29.8.06

Chiloé: el mapa era verdad

Durante los primeros años de escuela, cuando los docentes nos enseñan el mapa de Sudamérica, sin dudas lo más llamativo es ese festín de pequeñas islas que se distinguen “abajo a la izquierda”, al sur de Chile.
En ese momento no es más que un estorbo dibujarlas o calcarlas en un mapa, sabiendo que no debe existir persona en el mundo que pueda recordarlas de memoria.
Con el tiempo la curiosidad crece, pero se mantiene la inverosimilitud de semejante geografía.
Quienes hemos tenido la suerte de conocer esa región, pudimos comprobar que los mapas no mentían, aunque tampoco hablaban de su misteriosa belleza, de sus calladas y reservadas gentes y de tantos secretos que el viajero descubre al adentrarse en Chiloé.
De todas las islas, Chiloé es la que se encuentra más al norte, al otro lado del Canal Chacao, y tiene una longitud de 160 kilómetros de norte a sur.
Cuando se atraviesa el canal en una vieja embarcación ya se advierte la sensación de estar ingresando a otro mundo, a otra dimensión, totalmente diferente del “Chile continental”.
La primera población a la que se arriba es Ancud. Se trata en realidad de un pequeño pueblo de pescadores.
Uno de sus máximos atractivos son las fortificaciones que se encuentran esparcidas en la costa y bahía de Ancud, lo que constituye un fiel testimonio del dominio español que se prolongó hasta el año 1826, fecha de la capitulación de las tropas hispánicas.
Destacan varios fuertes y baterías como Chaicura, Balcacura, Punta Corona y los mejor conservados Ahui y San Antonio.
Continuando el camino hacia el sur, se llega a Castro, la más bella ciudad de Chiloé. Lo primero que llama la atención son las viviendas construidas sobre palafitos, constituyendo un verdadero desafío a la arquitectura moderna.
Los atractivos de la ciudad son variados. Desde la Iglesia San Francisco, Monumento Nacional y declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, hasta el Museo Regional y el Mercado Artesanal, todo tiene un encanto especial, esa magia que sólo poseen los lugares olvidados del mundo, alejados de las principales rutas comerciales, debido a su excentricidad geográfica.
Por otra parte, desde Castro se pueden realizar excursiones por toda la isla, y también, a islas vecinas.
Se destacan especialmente la pasarela peatonal sobre del islote Aucar, el típico pueblo chilote de Mechuque, el Mirador de la Paloma y la Iglesia Santa María (la más antigua de Chile) en Achao, el poblado de Cucao, con su cementerio construido con casitas, las iglesias de madera y los interesantes museos regionales y artesanales a cada paso.
Finalizada la estadía en Chiloé, regresando al continente, se tiene una sensación ambivalente. Por un lado, es muy agradable llegar a Puerto Montt, una ciudad bellísima, mi favorita en Chile. Pero por otro, mientras se atraviesa el Canal de Chacao, ya se siente nostalgia por esa tierra rústica, misteriosa, de pocas palabras, pero que se abre de par en par al visitante que sin pruritos, se sumerge en la cultura local e intenta descubrir sus secretos sin alterar la calma y la milenaria tradición de los chilotes, como se denominan los habitantes de Chiloé.
En los últimos tiempos se está hablando sobre la posibilidad de construir un puente sobre el Canal de Chacao. Quizás sea necesario, no lo sé. Pero de existir el puente, no habría tiempo para contemplar la belleza de Chiloé desde el canal, queriendo regresar antes de partir.

Fotos

Arriba: El arco iris, siempre presente en Chiloé.
En el medio a la derecha: Calles de Castro.
En el medio a la izquierda: La Iglesia San Francisco.
Abajo: Típico paisaje de Chiloé.

25.8.06

La barbarie

Desde hace algunos años, los "gurúes" económicos del establishment, los políticos "serios y responsables", los medios de desinformación masiva y los "idiotas útiles" le cantan loas al libre mercado, lo señalan como la solución para la mayoría de los males de la humanidad y aseveran que la libre competencia, la apertura económica y la globalización serán "el futuro".
Generalmente acompañan su discurso asegurando que las fronteras nacionales dejan de tener sentido, y que los países deben abrirlas para que los "beneficios" lleguen a sus sociedades.
Todo esto lo hemos escuchado tanto que muchos ya lo han asumido como real.
Hay sobrados argumentos que demuestran que lo antedicho es un sofisma, y peor aún, la falacia más grande del mundo moderno.
Sería muy largo enumerarlos a todos, por lo que voy a hacer hincapié sólo en uno: el gasto militar.
Suponiendo sólo por un momento que fuera cierta la teoría, no tendría sentido la manuntención de costosos ejércitos, la fabricación y compra de sofisticadas armas, y menos aún, la existencia de la mayor cantidad de conflictos armados de la historia en forma simultánea, como ocurre hoy en día.
Los medios de "alienación" masiva sólo hablan de Irak y más recientemente del Líbano, pero actualmente se desarrollan 26 conflictos armados en todo el mundo.
Es una paradoja. Simultáneamente, se relativizan las fronteras nacionales y los conceptos de soberanía económica de los países, y a la vez, se produce tal baño de sangre.
Veamos el caso de Estados Unidos, por ser exponencial.
Dicho país, el principal impulsor de estas políticas económicas, destina según su Presupuesto del año 2006, la escalofriante cifra de 500.000 millones de dólares al gasto militar.
La cifra es inabarcable, por lo que conviene ponerla en perspectiva:

500.000 millones de dólares por año.
1370 millones de dólares por día.
57 millones de dólares por hora.
950.000 dólares por minuto.
16.000 dólares por segundo.

Recordemos que estos números corresponden al presupuesto militar solamente de Estados Unidos, y solamente de un año. A todo esto se le podría agregar la cantidad de dinero que Estados Unidos destina a equipar otros ejércitos o movimientos armados afines a sus intereses, como por ejemplo Israel o los paramilitares colombianos, y la cantidad de dinero que otros países desarrollados destinan al gasto militar.
Paralelamente, 3.000 millones de personas en el mundo sobreviven con menos de dos dólares diarios.
No hace falta imaginar qué sencillo sería combatir el hambre y la miseria acabando con el gasto militar.
¿Por qué esto no ocurre? La respuesta es simple, y desnuda la mentira del capitalismo y el libre mercado: no existe tal prosperidad a partir del capitalismo, la apertura económica, el reinado de las multinacionales, el libre comercio, los TLC, el ALCA, etc.
Lo único que esas políticas promueven es una escandalosa riqueza en pocas manos. A la vez, algunos sectores de las clases medias se ven beneficiados tangencialmente, como mano de obra calificada.
El resto de la humanidad se ve empujada a la explotación, en el mejor de los casos, o al hambre, la miseria y la desnutrición, en el peor de los escenarios.
La única manera de mantener el sistema, es destinando buena parte de las utilidades al gasto militar.
Pero aquí no termina todo: ¿Quiénes son los dueños de las megacorporaciones del complejo militar-industrial? Obviamente, los mismos que se empeñan en sostener el sistema, por lo que todo es un círculo criminal.
Esto se sostiene con la anuencia de buena parte de las clases medias, alienadas con productos superfluos, consumismo inocuo y por los mensajes que se emiten desde los medios de des-información, que, oh casualidad, también son propiedad de los mismos sostenedores del sistema.
¿Y los pobres? Es imposible masacrar a todos. Es cierto, para ello está la religión. Las iglesias, todas, son el principal bastión espiritual de este desastre. Durante milenios han sembrado la idea de que éste mundo es un lugar de paso, y que la verdadera felicidad llega después, eso sí, únicamente si nos portamos bien (Léase resignarse a nuestra suerte y no cuestionar).
Para los que se mantienen inmunes a todo esto, y además se organizan para enfrentarlo, ahí sí, están las bombas.
Esto no es democracia, no es el "mundo libre", no es civilización. Esto tiene un sólo nombre: Barbarie.
Todos los imperios han caído. La historia es testigo de ello. Y éste no será la excepción. Pero no se caerá solo. Hay que voltearlo. Está en nosotros logarlo, y mucho más importante, construir la alternativa.
Un sistema inclusivo, solidario, que priorice la realización del individuo como sujeto social y no como consumidor. Una sociedad internacionalista, sin fronteras, donde todos valgamos por igual.
Esa alternativa existe: se llama socialismo. Pero el socialismo real, no el esperpento en el que se convirtió la Unión Soviética. No el engendro en que ha devenido China. Un socialismo democrático, horizontal, participativo y popular. Un socialismo que no permita la apropiación de los medios de producción. En definitiva, un mundo feliz.
Hoy la alternativa está más visible que nunca.
Es Socialismo o Barbarie.
La elección es nuestra.

22.8.06

¿Cómo? ¿No tenés celular?

Cada vez que alguien se entera de que carezco de teléfono celular, inmediatamente surge la incredulidad de parte mi interlocutor, que se asombra como si hubiera visto a Bush leyendo "El lobo estepario".
En estos tiempos, la gente cree que tiene que estar permanentemente comunicado, y eso lo asocia directamente a la posesión de un teléfono celular.
No comparto esa opinión.
Generalmente, y quizás como una exageración, digo que el celular y las corbatas son los peores inventos del género humano. Obviamente que los hay peores, pero vale la figura.
Es común ver en un bus o en el horario de almuerzo en el centro de Buenos Aires, a una turba de personajes oprimir diminutos botoncitos de esos siniestros aparatejos con rictus de posesos.
Ningún ser en sus cabales tiene necesidad de comunicarse todo el tiempo con personas que no comparten su espacio físico. Paradójicamente, esa obsesión va acompañada de un aislamiento de las personas que tienen a su vista. Es decir, el incremento de las comunicaciones remotas es directamente proporcional a la disminución de la comunicación "face to face".
Esto provoca que cada persona se comunique con un círculo cerrado de gente, limitando la posibilidad de conocer a otras personas. Casi como una paradoja, un elemento que supuestamente favorece la comunicación, termina dificultándola.
Asimismo, ¿Cuántos libros se dejan de leer por el tiempo invertido en mensajes de texto generalmente carentes de sentido? ¿No es más útil leer en un bus que mandar una carita de contento a un amigo por mensaje de texto?
Hace un tiempo, un semiólogo llamado Marshall Mac Luhan dijo que "el medio es el mensaje".
En su momento, no muchos entendieron el significado de la frase. Hoy, con el boom de la telefonía móvil la frase cobra sustento, ya que la mayoría de las veces, el contenido del mensaje de texto no tiene mayor importancia. Lo verdaderamente "importante" es el mensaje en sí.
La gente quiere recibir mensajes, y se alegra por ello, pero le da lo mismo lo que se expresa.
Por otra parte, el teléfono celular interrumpe las relaciones humanas de manera sistemática.
Algunos años atrás, si dos personas conversaban, por ejemplo en un bar, podían hacerlo hasta que quisieran. Hoy en día, la charla es permanentemente interrumpida por llamados o mensajes de texto.
Si una persona se acerca a otras dos que conversan, e interrumpe la conversación para hablar ella, con toda razón sería tildada de maleducada. Sin embargo, el teléfono celular sí puede hacerlo con total impunidad, y lo peor, está socialmente aceptado que así sea.
A mi no me gustan los teléfonos celulares. Me parecen una cárcel virtual. Y mientras pueda, continuaré resistiendo, aunque cada vez esté más solo en el intento.

19.8.06

Baños de Agua Santa: el oasis del Ecuador con la naturaleza en flor

Escondida en las serranías del Ecuador, hay una gema. Una oasis de belleza y naturaleza enmarcado en la ya de por sí, majestuosa geografía de la región.
Baños, como la llama todo el mundo, es una pequeña localidad, unos kilómetros al este de Ambato y Riobamba. Es un puñado de calles, a los pies del Volcán Tungurahua, decoradas con cascadas, montañas, frondosa vegetación y un clima siempre primaveral.
Además tiene una hermosa mezcla, es tan autóctona como cosmopolita.
En Baños y en sus alrededores se pueden apreciar las milenarias costumbres de los indígenas de la región, como también entrar en contacto con los viajeros de todo el mundo, que cuando llegan a Ecuador, convierten a este apacible rincón en su santuario de paz.
Las noches de Baños son una fiesta, con bailes, tragos y actividades de todo tipo, siempre bajo un manto de mil estrellas y con el ruido de las cascadas de fondo.
En un extremo de la calle principal, bellísima, se alza la iglesia, que aloja a la Famosa Virgen de Baños de Agua Santa, que al decir de los lugareños, ha provocado miles de milagros, que hacen que lleguen de todo Ecuador para solicitarle sus favores.
Sin embargo, tan atractiva como la ciudad, es la región que la circunda.
Los impactantes paisajes se aprecian al llegar a Baños procedente de Riobamba, atravesando regiones en las que los quechuas que las pueblan trabajan la tierra, mantienen incólumes sus tradiciones y su cultura. Son un ejemplo de dignidad ante el avasallante “occidentalismo” y su falsa promesa de progreso.
Una vez en Baños, una gran cantidad de agencias, ofrecen variadas excursiones, a buen precio y con capacitados guías.
De todas las posibilidades, hay dos que me fascinaron.
Una de ellas es el rafting en los caudalosos ríos que nacen en la alta montaña, y corren hacia el este, hacia la selva amazónica.
A cada recodo del camino una fantasmagórica visión, única e irrepetible, invita a seguir remando para el deleite de los sentidos en la próxima curva.
Tan apasionante como el rafting, es la excursión en bicicleta desde Baños hasta Puyo. Son más de 50 kilómetros, casi en su totalidad en descenso, por lo que casi no hay que pedalear. Se va desde los más de 2.000 metros de altitud de Baños hasta casi, el nivel del mar.
Es un viaje de placer por pueblos perdidos, caídos del mapa. Por paisajes únicos, aún no contaminados por el turismo y el “progreso”. Ríos, cascadas, montañas, quebradas, y hasta un paso en un funicular de madera, que corta la respiración. Y la gente, siempre la gente, amable y solícita, de pocas palabras pero hospitalaria como pocas.
El regreso se realiza en bus, con la bicicleta en el techo del antiguo vehículo.
Al volver a Baños, el recibimiento, ya luego del atardecer, lo dan las estrellas, el sordo ruido de las cascadas, la música que obliga a sumergirse en su sugestiva noche ecuatorial y la invitación tácita a no irse nunca más de allí. Y si esto no es posible, a recordarla con una sonrisa cada vez que se oye agua caer o que una estrella nos ofrece una discreta sonrisa.
Vaya este comentario en homenaje a la población de Baños y pueblos aledaños, que en la reciente erupción del Tungurahua lo ha perdido todo. Sé que saldrán adelante, como siempre lo han hecho.

Fotos:
Mariana y yo en una de las más bellas cascadas naturales (Arriba)
Uno de los tantos ríos de Baños de Agua Santa. Desde Los Andes al Amazonas (en el medio)
Junto con Mariana y la danesa Line, en un recodo del camino rumbo a Puyo en bicicleta (Abajo)

16.8.06

Venganza contra las telefónicas: los usuarios contratacan

El ojo por ojo, diente por diente, proviene de una antigua ley del Asia Menor. Probablemente sea una norma reaccionaria, carente de aplicación práctica en los tiempos actuales.
Sin embargo, como todo es relativo, siempre hay excepciones, y en las excepciones está el gusto.
¿A quíén no le gustaría vengarse de las compañías telefónicas? ¿A quién no han despertado un sábado o domingo a la mañana temprano para vender un identificador de llamadas? ¿A quien no le han cobrado de más alguna vez?
¿Te convencí?
¿Querés vengarte?
Hoy me mandaron por mail la manera de hacerlo. Aquí está. ¡Hacelo!

Suena el teléfono.
- ¿Dígame?
- Buenos días, ¿podría hablar con el titular de la línea?
- Soy yo mismo
- ¿Me dice su nombre por favor?
- Daniel
- Señor Daniel, le llamo de Telefónica para ofrecerle la promoción de instalar una línea adicional en su casa en donde usted tendrá derecho a…
- Disculpe la interrupción, pero, exactamente ¿quien es usted?
- Mi nombre es Judith Maciel, de Telefónica y estamos llamando…
- Judith, discúlpeme, pero para nuestra seguridad me gustaría comprobar algunos datos antes de continuar la conversación, ¿le importa?
- …No tiene problema señor.
- ¿Desde que teléfono me llama? En la pantallita del mío solo pone “NÚMERO PRIVADO”
- 4832-5832.
- ¿Para qué departamento de Telefónica trabaja?
- Telemarketing Activo.
- ¿Usted tiene número de trabajadora de Telefónica?
- Señor, me disculpe, pero creo que toda esa información no es necesaria…
- Entonces tendré que colgar porque no tengo la seguridad de hablar con una trabajadora de Telefonica.
- Pero yo le puedo garantizar…
- Además, yo siempre estoy obligado a dar mis datos a toda una legión de empleados siempre que llamo a Telefónica para algo.
- Está bien…mi numero es 34591212.
- Un momento mientras lo verifico, no se retire Judith. (hacela esperar 2 minutos)
- Un momento por favor, no se retire Judith (hacela esperar 5 minutos)
- ¿Señor?
- Solo un poco más, por favor, nuestros sistemas están lentos hoy.
- Pero…señor…
- Si, Judith, gracias por la espera. ¿Cual era el asunto de su llamada?
- Lo llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción Linea Adicional, en la que usted tiene derecho a a una línea adicional. ¿Usted estaría interesado, Daniel?
- Judith, voy a tener que pasarle con mi mujer, porque es ella quien decide sobre la alteración o adquisición de planes de Telefónica.
Por favor, no se retire. (colocá el auricular del teléfono delante del equipo de música y poné el CD "Éxitos de 1991) con el Repeat activado. Sabía que algún día, esa porquería de musica sería util. Despues de sonar el CD entero, mi mujer atiende el teléfono):
- Disculpe por la espera, gracias…Me puede decir su teléfono pues en la pantallita del mío solo aparece “NUMERO PRIVADO”.
- 4832-5832
- ¿Con quien estoy hablando?
- Judith
- ¿Judith que más?
- Judith Maciel (ya demostrando cierta irritación en la voz)
- ¿Cual es su numero de trabajadora de Telefónica?
- 34591212 (mas irritada todavía)
- Gracias por la información ¿en que puedo ayudarla?
- La llamo de Telefónica, estamos llamando para ofrecerle nuestra promoción Línea Adicional, en la que usted tiene derecho a una línea adicional. ¿La señora estaría interesada?
- Voy a abrir una incidencia y dentro de algunos días entraremos en contacto con usted para darle una decisión, ¿puede anotar el numero de incidencia por favor?…¿hola?, ¿hola?
- TUTUTUTUTU..

14.8.06

Lunes por la mañana

Se puede estar soñando con hacer el gol del campeonato, con ser el conquistador de alguna remota isla de la Polinesia. Se puede ser el protagonista de una historia de amor en la Rusia de los Zares o simplemente recrear una escena placentera de la vida cotidiana.
Lo mismo da. Sin embargo, cuando el sol asoma tímidamente sus rayos, o a veces incluso antes, un monótono sonido, pertinaz, terco y sobretodo agudo, interrumpe la formidable historia anidada en el subconsciente para recordar otra vez el triunfo del más implacable tirano que haya pergueñado la raza humana: el reloj.
Y como no es triste la verdad, lo que no tiene es remedio, es la hora de ir a trabajar. Y para colmo es lunes.
Alguien dijo alguna vez que el momento de la semana que más le gustaba era el lunes por la mañana, ya que a esa hora se concentra la mayor cantidad de potenciales revolucionarios por kilómetro cuadrado.
Es más, me animo a aventurar que cualquier loca idea tendiente a cambiar la lógica del trabajo, será más disparatada y a la vez brilante, cuando se elabora bajo la ducha matinal de un lunes.
¿Quién no ha planeado la mejor manera de asesinar a un jefe a esa hora y ese día?
Todo esto se me vino a la cabeza hoy a la mañana, justamente cuando me duchaba. Incluso me dije: "qué malo será el trabajo, que hasta te tienen que pagar para que lo hagas".
A medida que avanza el día la lógica del raciocinio le va ganando espacio a la revolución anti-despertador y todo sigue como siempre. ¿Pero cuánta energía no canalizada hay en esos millones y millones de individuos que tienen la misma sensación a la misma hora?
Relacionado con esto, les dejo una canción del poeta andaluz, que, al menos en su letra logró desafiar la autoritaria rutina de las melancólicas mañanas:

Estábamos en lo mejor
cuando sonó el despertador
como un jarro de agua fría.
El vino dulce del placer
se avinagró sobre tu piel y la mía.
De nueve a dos, de cuatro a seis,
yo, que he nacido para rey
trabajando por dinero…
¿Y si te quitas el jersey
y nos sacamos otra ley del sombrero?
Diles que no piensas fichar,
pon el reloj a la hora de los locos de atar.
El lunes es el día peor,
bailar con un ordenador el bolero del masoca.
Volviéndole la espalda al mar,
sin un mal beso que llevarse a la boca.
La fuerza de la gravedad del cielo nos exiliará
cuando subas la persiana
¿Por qué no hacemos el amor
y tiras esa ropa por la ventana?
Diles que no piensas fichar,
pon el reloj a la hora de los locos de atar.

10.8.06

York: El secreto mejor guardado de Inglaterra

Al recorrer las distintas ciudades de Inglaterra se aprecia que la mayoría de ellas poseen variados atractivos. Museos, ferias, mercados, vida nocturna, adelantos tecnológicos, medios de transporte de excelencia, etc. Más allá de esto, y quizás por el perfil claramente industrial, no se trata de un país bello. París, Roma o Viena, por ejemplo, son ciudades estéticamente mucho más atractivas a la vista que Londres.
Sin embargo hay una excepción que confirma la regla: se trata de York, una pequeña ciudad en el noreste del país. Es, para mi gusto, la más hermosa de Inglaterra, dotada de una armonía estética y arquitectónica incomparable.

York está dividida en dos partes claramente diferenciadas, a cada lado del Río Ouse, que atraviesa la ciudad.
En la ribera sur del río, se halla el centro moderno. Aquí trabaja la mayor parte de la población, y se encuentra la mayoría de los hoteles, posadas, cybercafés, restaurantes, etc.
Del otro lado del Ouse, hacia el norte, el centro histórico deslumbra al visitante con sus pequeñas y mágicas callejuelas, que parecen extraídas de un cuento de hadas.
Mariana y yo estuvimos allí en noviembre de 2001, y la cercanía de la Navidad nos permitió disfrutar del centro histórico ataviado para las fiestas, con la noche iluminada por interminables luces de colores, que realzaban la belleza de York.

Otro detalle que hace de York una ciudad distinta de otras en Inglaterra es la muralla. York está encerrada por una construcción medieval, que la protegía de invasiones en tiempos remotos.
Hoy no se teme por invasiones, pero la muralla está allí, como fiel testigo de épocas que ya no volverán y de la vida cotidiana de los apacibles habitantes de una ciudad que camina a su propio ritmo, sin las prisas de las grandes ciudades, mientras el tiempo parece detenerse cuando en una plazoleta, una banda de jazz se apresta a ponerle música a un paseo por la irrealidad de sus siempre brumosos atardeceres.

Fotos
Arriba: York, desde una lancha de paseo en el Río Ouse.
En el medio: Mariana, en las callecitas de York.
Abajo: Una vista de York, desde la muralla.

8.8.06

A 187 años de la Independencia de Colombia

Un 7 de agosto de 1819, Colombia logró su independencia luego de la Batalla de Boyacá. En realidad se trataba de la "Gran Colombia", que comprendía los actuales territorios de Ecuador, Colombia, Venezuela y Panamá, lo que significaba un paso gigantesco para la autonomía de Latinoamérica toda.
Sin embargo, la utopía de la "Gran Colombia" no duró mucho: en 1830, se separaron los territorios mencionados, tomando Colombia el nombre de Nueva Granada.
En 1863 pasó a denominarse "Estados Unidos de Colombia", y recién en 1886 el país fue bautizado con su nombre actual: "República de Colombia", abarcando las actuales Colombia y Panamá.
Las disputas políticas internas llevaron a una situación de extrema debilidad, que Estados Unidos aprovechó en 1903 para propiciar la secesión de Panamá, y de esa manera apropiarse del canal interoceánico.
Es decir que en 84 años de la antigua "Gran Colombia" sólo quedó el territorio colombiano actual.

En 1948, muere asesinado Jorge Eliécer Gaitán, un verdadero ejemplo de dignidad y de coraje, injusta y no casualmente olvidado por la "historia oficial". Gaitán era el candidato seguro a ganar las siguientes elecciones, y con un programa político inclusivo y de clara orientación socialista, amenazaba con acabar o al menos recortar los privilegios de la oligarquía colombiana.
Su asesinato fue el puntapié inicial para la demencial lucha fraticida que continúa hasta nuestros días, alimentada en la actualidad por un presidente fascista como Álvaro Uribe, en complot con grupos paramilitares de extrema derecha, dedicados al narcotráfico en gran escala.
Paralelamente el país se ha convertido en una gigantesca base militar estadounidense, desde la cual se desestabiliza la revolución bolivariana en Venezuela y se planean magnicidios en perjuicio de su líder, Hugo Chávez.
En síntesis, la historia de Colombia es un desgarrador y sangriento ejemplo de lo que ocurre en Latinoamérica cuando los intereses foráneos en colaboración con apetencias mezquinas internas, se imponen al verdadero interés de los pueblos.
Aprendamos la lección. El futuro es Latinoamérica unida o la prepotencia del bárbaro imperio del norte, que sólo ocasiona sumisión, hambre, guerras y muerte.
La foto corresponde al momento posterior al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, en plena calle en la ciudad de Bogotá, el 9 de abril de 1948.

4.8.06

Encarcelan a un blogger en USA por negar información a la justicia

Este mediodía, en mi horario de almuerzo, leyendo el diario Clarín me encontré con una noticia tan curiosa como inquietante.
El título: "Encarcelan a un blogger por no dar sus filmes a la Justicia".
El dueño de un blog filmó una marcha de protesta de los grupos antiglobalización en San Francisco, que terminó con algunos incidentes entre los manifestantes y la policía.
Joshua Wolf, el blogger, subió su video de la marcha a su blog, y esto motivó que el Tribunal Federal de San Francisco, a cargo del Juez William Alsup, le exigiera su material fílmico, ya que, según él, podía servir para identificar a algunos "revoltosos".
Su argumento fue que lo que se ve en el blog no le sirve, ya que el material habría sido editado, y no estaría disponible la filmación completa.
Joshua Wolf se negó reiteradamente al pedido, y el resultado fue que terminó preso, y podría pasar hasta 18 meses en la cárcel.
¿Hasta que punto un Juez puede obligar al blogger a entregar dicho video?
Mi opinión, sin conocer la legislación estadounidense, es que el Juez no tiene derecho a exigir la filmación, ya que atenta indirectamente contra la libertad de expresión. Si bien no se está prohibiendo explícitamente la difusión del video en el blog, de sentarse jurisprudencia acerca de la obligación de entregar a la justicia lo que filma un blogger, que es amateur, que no posee un medio de comunicación masivo y profesional, el resultado será que los bloggers deberemos cuidarnos de publicar determinadas cosas, generándose una insólita censura previa, dotada, eso sí, de la más absoluta sutilidad.
Para agregarle ironía a esta singular historia, el blog de Joshua, llamado www.joshwolf.net, se denomina "La revolución será televisada", y si bien su contenido es más bien autoreferencial, e incluye por ejemplo fotos de vacaciones, el título del blog parece ser un homenaje al documental "La revolución no será televisada", que narra el permanente hostigamiento de las cadenas televisivas venezolanas en contra del gobierno de Hugo Chavez, su participación activa en el frustrado golpe de Estado de abril de 2002 contra el líder bolivariano y la injerencia de organismos del gobierno estadounidense en dicho intento golpista.
¿No es mucha coincidencia? ¿Se acuerdan cuando algunos cándidos creían que Estados Unidos era la "tierra de la democracia y la libertad?

2.8.06

Choroní: donde el mundo se detiene al son de los tambores

Esta es la primera descripción de los lugares que he tenido la suerte de conocer. Voy a empezar por Choroní, un paradisíaco rincón de Venezuela, en la costa del Caribe.
Choroní tiene dos partes: un sector costero, denominado oficialmente Puerto Colombia, y un sector mediterráneo, a unos dos kilómetros del mar, llamado Choroní.
Puerto Colombia es un pequeño pueblo de pescadores, envuelto en un paisaje conmovedor. Hacia el norte, el Mar Caribe. Hacia los restantes tres puntos cardinales, montañas teñidas de un exhuberante verde, que le dan al diminuto poblado un misticismo especial, devenido del lógico aislamiento al que lo condiciona su particular geografía.
La única manera de llegar a Puerto Colombia es hacerlo desde Maracay, a unas 2 horas y media en un incómodo y antiguo bus, en el que caben tantas personas como interesados haya en viajar, sin importar la cantidad de "asientos" disponibles.
El viaje, aunque incómodo, tiene un interés multidisciplinario.
El aspecto musical está cubierto por el estéreo del conductor, que casi siempre será afecto a escuchar discos de Daddy Yankee a un volumen que hace vibrar la frágil carrocería del arcaico vehículo.
La filosofía, la sociología y el resto de las disciplinas humanistas también serán seguramente satisfechas. Es casi imposible estar "sentado" dos horas y media rodeado de venezolanos sin estar obligado a entablar conversación sobre el tema que fuera. Es el pueblo más sociable que he conocido.
La gastronomía y la catación de bebidas alcohólicas serán satisfechas por los solícitos pasajeros, que no dudarán en invitar al viajero con lo que fuera que estén consumiendo, y que es imposible rechazar.
Por último, los paisajes que se aprecian por las ventanillas son sobrecogedores. El bus parte de Maracay, a 450 metros sobre el nivel del mar. Atraviesa el Parque Nacional Henri Pittier, dotado de una variedad colosal de flora y fauna, en una carretera montañosa, que incluye un paso a 1830 metros de altitud. Luego desciende hasta llegar al mar.
Puerto Colombia compensa las incomodidades del viaje. La particular arquitectura del pueblo, las hermosas playas cercanas y el ambiente autóctono lo hacen un destino especial. Un recoveco que la barbarie del turismo masivo aún no hay contaminado con sus horrendos hoteles cinco estrellas y el consumismo desenfrenado que borra las huellas culturales de los pueblos.
Choroní y Puerto Colombia están a salvo de esas hordas, y sus habitantes disfrutan de la calma del mar, de la pesca generosa en el Caribe, mientras que los viajeros independientes llegados de todo el mundo contribuyen con la economía de la pequeña comunidad consumiendo sabrosa comida a base de pescado y frutas tropicales, y bailando al son de los tamboriles cada noche de fin de semana en la pequeña rambla.
Si tienen la posibilidad no se la pierdan. Y si van, les recomiendo "La Posada de Choroní", cercana a la calle principal, atendida por su propia dueña. Se sentirán en sus casas por unos pocos dólares.
Incluyo algunas fotos de Choroní. Si quieren ver más fotos de este lugar, o estas mismas más grandes, ingresen en el link "fotos de mis viajes".

1.8.06

Los muertos que vosotros matais gozan de buena salud

El día de hoy amaneció con la noticia de que Fidel Castro tiene un problema de salud, y que se vió obligado a delegar la presidencia de Cuba en su hermano, Raúl.
Más allá de la edad de Fidel y que lógicamente en algún momento morirá, la noticia ha desatado una impresionante bola delirante, fomentada desde los Estados Unidos, sus medios de prensa, y sobre todo, la mafia cubano-americana de Miami.
Según sus trasnochadas suposiciones, la supuesta pronta muerte de Fidel acelerará una transición de Cuba hacia la barbarie, es decir el capitalismo.
Qué pobres son. Qué débiles mentales.
Pensar que un proceso único en la historia de la humanidad, la revolución más bonita, la más querida, puede sucumbir por la muerte de un hombre, por más importante que éste fuera, es subestimar al heroico pueblo cubano, que desde hace más de 40 años soporta el asedio del estado terrorista del norte, manteniendo inalterable su dignidad, mientras la mayoría de nuestros países vivía bajo el yugo de corruptas dictaduras promovidas desde Washington.
Igual, nada asombra. La ceguera política y mental de los enemigos de la Revolución queda expuesta con el fracaso rotundo del criminal bloqueo y con los "festejos" por la enfermedad de Fidel, desatados durante todo el día de hoy.
Señores Imperialistas: Los pollos no se cuentan hasta que nacen. Y la revolución cubana tiene más larga vida que la de todos ustedes.
Por la educación, por salud de la gente, por la dignidad de un pueblo indoblegable, y porque a pesar de las mentiras promovidas desde Estados Unidos durante décadas, la verdad siempre se impone.
Les dejo una canción de Joaquín Sabina, que pinta como pocas a este país maravilloso.
Vaya como un homenaje a la querida Cuba:

Desde el balcón que daba al malecón
veía cada mañana
los peces de La Habana
bailando con la historia un guaguancón.

Y en el hotel el mundo iba al revés,
y el siglo en camiseta
regaba las macetas,
y en cada bicicleta caben tres.

Y la noche insensata con sus ojos de fuego negros,
como dos perlas de carbón,
provocándome al juego tropical y pirata
de la gata mulata y el ratón.

Y en vez de las respuestas que buscaba
un ciclón de preguntas me esperaba,
y en el desván del alma de la gente,
dormía Silvio soñando con serpientes.

Y a las barbas de la revolución
les salían más canas cada día,
y el mañana era un niño que mentía,
y todos se llamaban Robinsón.

Desde el balcón la calle era un danzón
y el cielo una acuarela
manchada por las velas
de las tres carabelas de Colón.

Y en este hotel tocó Beny Moré
la noche que Al Capone
perdió los pantalones
a la ruleta rusa con Fidel.

Y las viejas banderas llamando a las trincheras
desde el mural añil de la pared
donde una mano ha escrito“Haydée, te necesito”
sobre la boina mítica del Ché.

Y nos bebimos todas las cervezas,
y besamos a todas las cubanas,y
el chulo de las musas de La Habana
llevaba una manzana en la cabeza.

Y el Caribe embestía contra el hotel,
y demasiados sueños dependían
de la buena o la mala puntería
que tuviera aquel día Guillermo Tell.

Va pa Varadero, viene de Madrid.
Sol Portocarrero, luna de marfil.
Para mi compadre Pablo Milanés. Pablito
Sírvase con sal del mar de las Antillas.
Pa’ que la mulata mueva la rodilla
Songo de Cotán, songo de Compay
Con un mojito el sóngoro cosongo.
Nunca se la aprende el gringo Hemingway
Qué rico el sóngoro cosongo.
Yo soy un hombre sincero,sincero y sin infinito
y antes de morirme quiero vivir la vida un poquito.
Sí señor, cómo no. Azúcar, sóngoro cosongo.
Manos arriba, alto, ¿quién vive?
Amo esta isla, soy del Caribe.
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