21.6.07

Postales de Potosí: icono de la América inmolada

"Allá bien alto, donde el metal no alcanza
crecen tus alas, nieve quieta y naciente el alba
Rosa de estos vientos, en América inmolada

Ruta del colla, rabia de siglos en marcha”
León Gieco. Músico argentino

“Yo soy la rica Potosí
El tesoro del mundo
La envidia de los reyes”

Leyenda del escudo de armas de la ciudad


Antes de describir a Potosí, conviene aportar algunos datos que impactan, que hacen de esta ciudad un lugar único:

• Potosí se halla a 4.100 metros sobre el nivel del mar, por lo que es la ciudad más alta del mundo.
• La historia de la ciudad no se escribe en años, sino en hectolitros de sangre indígena, negra, esclava. Centenares de miles de personas murieron a causa de las condiciones infrahumanas de sobreexplotación con que los españoles los sometieron en el trabajo en la mina de plata del Cerro Rico, imponente coloso que domina la ciudad.
• Potosí fue durante todo el siglo XVIII la ciudad más grande del mundo. Contaba con 200.000 habitantes, mucho más que Londres o París en su época. Hoy viven en Potosí 120.000 personas. • El Cerro Rico aún continúa siendo explotado. Para dar una idea de la magnitud de su riqueza, vale decir que la montaña perdió varios centenares de metros de altitud, debido a los minerales que fueron extraídos de ella.
• A pesar de las incalculables riquezas extraídas, la población de Potosí, mayoritariamente de raíz indígena, lejos está de vivir en la prosperidad. Como en tantos lugares de América, su riqueza fue a la vez su desgracia.


Antes que nada, hay que decir que Potosí es una ciudad bellísima. Su casco histórico, prácticamente intacto desde la época colonial, es un sinfín de pequeñas callejuelas detenidas en el tiempo, rodeadas de museos, iglesias y casas históricas. Además, la singular geografía montañosa que la enmarca y el indescriptible azul intenso que el cielo posee a semejante altitud, acentúan su encanto.
Potosí alberga además uno de los museos más imponentes de América: La Casa de la Moneda. Allí se acuñaron las monedas del Virreinato del Río de la Plata y de muchos otros lugares del mundo, con la plata extraída del Cerro Rico.



Otro lugar obligado es el Museo y Convento de San Francisco. El lugar posee una terraza desde la que se aprecia una vista inolvidable de la ciudad.
Pero quien visita Potosí, no debe obviar ir a Tarapaya. A 20 minutos del centro, en un paraje bendecido por la naturaleza, se halla el Ojo del Inca. Se trata de un gran lago de un inmaculado color verde, un círculo perfecto, en un cráter volcánico.
Suele hacer mucho frío allí, pero el agua está caliente, y lo curioso es que el lago no tiene fondo, ya que es el cráter de un volcán. Nadie hace pie, por lo que cuando alguien quiere ingresar, se le suministra una cubierta de automóvil, para que pueda flotar.
Según los lugareños, el agua del Ojo del Inca tiene propiedades curativas. Incluso se cuenta que el inca Huynca Capac se trasladaba desde el Cuzco, en Perú, para sumergirse en sus aguas.



Cuando cae la noche, Potosí es más bella aún. A medida que se apaga el sol y las montañas cambian de color, las mortecinas luces que provienen del Cerro Rico se encienden. Y con ellas, el alma de cientos de miles de personas que dejaron su sangre y sus sueños allí.
Mientras, sus herederos, silenciosos y profundamente respetuosos de sus tradiciones, su cultura y su historia, recorren sus calles, arrastrando en sus multicolores morrales su perenne dignidad.


Son los indígenas del altiplano boliviano. Ejemplos de coraje.
Un inglés con el que compartimos la estadía en Potosí, conmovido por estas infatigables pruebas vivientes de que otro mundo es posible me dijo: “se merecen todo”.
Mientras, en la mirada generosa y noble de cada mujer, me parecía ver la de Juana Azurduy. Y en la de cada hombre, la de Tupac Amaru.
Cuando levantaba la vista, una altiva whipala parecía decirme: “Es que hay una primavera por nacer”. Y lo confirmé: “Sí, se merecen todo”.

Fotos (de arriba a abajo)

1) Vista desde el Convento de San Francisco. Al fondo, el Cerro Rico.
2) La calle Chuquisaca, en el centro de Potosí.
3) La calle Cobija, cerca del centro.
4) La célebre "bruja" de la Casa de la Moneda. Cuenta la leyenda que para disuadir a quienes quisieran robar los valiosos metales preciosos allí depositados durante la época colonial, se construyó esta imagen, que generaba terror entre los potenciales cacos. Aún hoy, se la ve apenas se ingresa a la Casa de la Moneda.
5) Vista desde el Convento de San Francisco. Al fondo, la Catedral.
6) El Ojo del Inca, en Tarapaya. Detrás, las multicolores montañas.
7) Mariana dentro del Ojo del Inca.
8) La Whipala es bastante más que la bandera y el emblema de la Nación Andina y de los Aymara. Es la representación de su filosofía andina y, actualmente, el símbolo de la resurrección de la cultura que fluyó de los primordiales Cuatro Estados del Tiwantinsuyo. Durante muchos años la colonia española prohibió la Whipala, que hoy vuelve a ser reconocida y comprendida a pesar de las eras de persecución y el intento de borrar su significado.

12.6.07

“La revolución no será televisada”: ¡Véanla!

Los comentarios del último post me sorprendieron. En primer lugar por su cantidad: fue por lejos el post más comentado, lo que habla del interés que despertó el tema. Pero también me sorprendió que si bien hubo lectores que coinciden con Chávez y otros que se oponen decididamente a la medida tomada con respecto a RCTV, la mayoría se sorprendió ante los argumentos vertidos.
Creo que esto ocurrió porque la totalidad de los lectores, excepto obviamente quienes residen en Venezuela, se enteraron de la noticia a través de los medios de comunicación masiva, que dieron una versión totalmente deformada de la realidad.
Por todo lo anterior, me permito hacerles una recomendación: vean la película “La revolución no será televisada”.
Se trata de un film de los realizadores irlandeses Kim Bartley y Donnacha O'Briain, que relata las circunstancias que rodearon el fallido golpe de Estado en Venezuela ocurrido en abril de 2002.
Allí podrán comprobar, de primera mano, el burdo montaje de la desquiciada oposición al gobierno venezolano. Dos cosas llaman la atención en esta película: la grosera injerencia de los Estados Unidos en el derrocamiento de un gobierno democráticamente elegido; y el papel protagónico que los grandes medios de comunicación de Venezuela tuvieron durante la organización y ejecución del golpe de Estado.
Les aseguro que es imperdible y no deja indiferente a nadie.
En primer lugar, por el hecho de que el equipo de grabación se encontrara dentro del palacio presidencial durante las horas en que se consumó el golpe de Estado y la detención del presidente Hugo Chávez.
En segundo término, porque aporta imágenes censuradas en los grandes medios, donde se comprueba que los militantes chavistas no dispararon a manifestantes pacíficos (como argumentó la oposición), sino a francotiradores de la Policía Metropolitana de Caracas, dirigida por el Alcalde Alfredo Peña (furibundo opositor y cómplice en el golpe).
Y también, porque conmueve la demostración del pueblo venezolano que, no resignándose a ser atropellado, consiguió desbaratar los planes de la oligarquía, de los grandes medios de comunicación y del Departamento de Estado norteamericano. El nivel de conciencia y de organización que el pueblo venezolano demostró tener en apoyo de un gobierno que siente como propio toca las fibras más sensibles del espíritu humano, y hasta el propio Chávez confesó sentirse sorprendido por ello.
Lo que realza el valor de la película es que fue realizada por gente independiente, que no es venezolana ni pertenece al gobierno, y que por tanto, no emite juicios. Sólo muestra los hechos.
Como diría algún comercial, satisfacción garantizada. Si no les gusta, les devuelvo simbólicamente el dinero. Dediquen una horita de sus vidas a verla. Les aseguro que vale la pena con creces.

¿Cómo verla?

Al no ser una película comercial, no es fácil encontrarla en un video club. Sin embargo, hay varias maneras de descargarla desde Internet.
Yo lo hice desde el link que cito a continuación, pero hay muchos otros que lo ofrecen.

  • www.venezuelaenvideos.com/pt01v27


  • www.dailymotion.com/video


  • El nombre original del film es “The revolution will not be televised”. Algunos la han traducido como “La revolución no será transmitida”. Bajo ese nombre también se pueden buscar links para descargarla.
    Véanla, y después me cuentan.

    4.6.07

    RCTV: golpe a la dictadura de los medios de desinformación masiva

    "La no renovación de RCTV es un hecho revolucionario,
    porque toca el corazón del poder mundial"
    Vladimir Acosta, Analista político venezolano















    Frente a las debilidades políticas e ideológicas de la derecha, los grandes monopolios privados de los medios de comunicación asumen la función de dirigentes de la derecha latinoamericana. No es novedad.
    Fueron esenciales para preparar el clima de los golpes militares de casi todos los países de la región. Quizás el caso más emblemático haya sido el de El Mercurio, de Chile, antes, durante y después del golpe que derrocó a Salvador Allende, ya que incluso documentos desclasificados de la CIA reconocen que ese organismo había financiado al periódico de la oligarquía chilena para tan deleznable propósito.
    Actualmente, los grandes grupos oligárquicos que dominan la prensa del continente vuelven a desempeñar ese papel. Las diversas elecciones latinoamericanas han tenido en común a un monolítico frente mediático contrario a los candidatos que se oponían a las oligarquías: Lula, Hugo Chávez, Evo Morales, Rafael Correa, López Obrador enfrentaron ese bloque opositor.
    Es un bloque que constituye un frente continental, solidario en la defensa de sus intereses corporativos que chocan frontalmente con la construcción de democracias reales en el continente.

    Nunca tendremos democracias sin que exista un proceso democrático de construcción de opinión pública que sea transparente, pluralista, público.
    Uno de los instrumentos de la dictadura mediática privada es la apropiación monopólica del espectro radioeléctrico, un bien limitado de carácter público. Actualmente el 80% de los canales de televisión abierta y de las emisoras de radio en Venezuela pertenecen al sector privado.
    En ellos, la repercusión de la oposición es infinitamente mayor a la que demostraron las urnas durante cada uno de los procesos electorales que una y otra vez le dieron la espalda y le otorgaron la victoria a Chávez.
    De 709 radios, 706 pertenecen a empresas privadas y tres a entidades estatales. De los 81 canales de televisión, dos son estatales y 79 privados. En cuanto a los diarios, de los cuales 12 tienen carácter nacional y 106 son regionales, todos son privados.
    El gobierno no ha renovado el contrato de concesión de uno de los principales representantes de la oligarquía privada de los medios venezolanos, que participó activamente en el golpe militar de abril de 2002, frustrado por la decidida acción popular.
    En reunión con el efímero jefe del gobierno golpista, Pedro Carmona, los magnates de los medios privados, entre ellos Marcel Granier propietario de RCTV, le dijeron al golpista que “podían garantizar el apoyo de los medios”.

    Un apoyo que fue mucho más que eso: ese medio privado fue un gran incitador del golpe, dio toda su cobertura al derrocamiento del gobierno legítimamente elegido por el pueblo, dio amplia cobertura a la reunión de los golpistas en el palacio presidencial y censuró toda la información vinculada con la entrada del pueblo en escena para restituir al presidente que había elegido democráticamente, transmitiendo durante esos trascendentales momentos, horas y horas de dibujos animados.
    El gobierno venezolano no actuó inmediatamente después del fracasado golpe de 2002. Esperó cinco años, hasta que terminara la concesión de RCTV para no renovarla, sustituyendo a ese canal por una TV pública que comenzó sus transmisiones a las cero horas del 28 de mayo, con el nombre de TVes, Televisora Venezolana Social.
    Con esto avanza en el pluralismo; se debilita la dictadura de los monopolios privados de la comunicación: al contrario de lo que sostienen en cada uno de los países los medios que conforman ese oligopolio que, como siempre, refleja la realidad cabeza abajo, cuando se afecta directamente su posición monopólica.
    Quienes critican al gobierno venezolano por no prorrogar la licencia a una cadena televisiva diciendo que trata de acallar una voz crítica con el poder se equivocan o mienten descaradamente: no es que se pretenda silenciar la crítica del poder, sino hacer que el poder (en este caso el poder de comunicar) esté en otras manos y no sólo en las de los grandes multimillonarios.
    Por tanto, no se acalla la voz contra el poder sino que se busca justamente todo lo contrario: ¡que se critique con mucha más contundencia el poder, pero al poder real del que depende lo que hoy día está ocurriendo en el mundo!
    ¿Por qué ha de ser que sólo los ricos tengan el poder de comunicar?
    ¿Por qué sólo pueden ser dueños de medios de comunicación los financieros, los grandes industriales y los multimillonarios?
    ¿No es más democrático que los medios de comunicación que tienen la capacidad de forjar los valores, las conciencias, las opiniones y las preferencias de los ciudadanos sean plurales, que estén abiertos a la participación de todos los grupos sociales?
    Lo que critican del gobierno de Venezuela no es, por tanto, que se acalle una voz crítica con el poder ¡sino que trate de darle el poder de comunicar a otra gente!, a los que estaban desheredados, a los que nunca contaron para nada, a los que estaban invisibles mientras que los millonarios como los dueños de RCTV disfrutaban de un país entero como si fuera propio.
    Por todo esto la medida de Chávez es un profundo acto revolucionario. Porque como dijo el analista político venezolano, Vladimir Acosta, es un golpe al corazón del poder mundial.
    Ahora bien, no basta con lo que se ha hecho.
    El reto ahora lo tiene el Gobierno venezolano que debe ser capaz de demostrar al mundo que los medios de comunicación que nacen bajo su inspiración no son la copia de los de antes, es decir, instrumentos parciales de propaganda, adormideras, manipuladores de información y cotos cerrados.
    Si el gobierno venezolano logra que los nuevos medios sean de calidad, objetivos, plurales, participativos y abiertos a quienes están a favor y también en contra del propio gobierno, Venezuela habrá dado una lección al mundo. Ese es el inmenso desafío.

    Datos para pensar

    1. En este blog, publiqué dos post que analizaron el comportamiento de los grandes medios de comunicación durante dos meses (uno de ellos está tres posts debajo de éste y el otro en los archivos de febrero de 2007). Allí se demuestran mentiras, tergiversaciones y trampas para falsear la realidad a favor de sus intereses, que sistemáticamente realizan los grandes medios de comunicación.
    2. El 100 % de la gente bienintencionada que hoy está en contra de la medida de Chávez se enteró de los hechos por los mismos medios de prensa a los cuales es imposible creerle. ¿Por qué creerles esta vez, cuando además de su habitual falsificación de la realidad, están defendiendo a un medio “colega” en la tarea de desinformar, alienar y envenenar a la sociedad con mensajes plagados de hedonismo y consumismo, que tienen como fin fortalecer el inmoral sistema de explotación vigente?
    3. Los organismos internacionales que critican la medida de Chávez (OEA, Reporteros sin Fronteras, Sociedad Interamericana de Prensa, etc.) son los mismos que no dicen nada mientras:
    • En Estados Unidos se censuran sistemáticamente libros, películas y programas de TV que vayan en contra de la política gubernamental o que denuncien las innumerables ilegalidades cometidas por Bush.
    • En México mueren decenas de periodistas por año, todos de medios independientes, por denunciar acciones mafiosas de políticos, narcotraficantes y tratantes de personas.
    • En México la TV está en manos de un duopolio (Televisa y TV Azteca) que sólo le da pantalla al fraudulento gobierno y omite toda referencia a la oposición, inclusive cuando ésta convocó marchas de más de un millón de personas.
    • En Colombia el principal diario, El Tiempo, es propiedad de la familia del Vicepresidente de la Nación, y obviamente, destila oficialismo. Mientras, decenas de periodistas mueren en manos de sicarios del narcotráfico, cómplice del gobierno. Esto no aparece en El Tiempo.

    ¿A quién estamos defendiendo? ¿Quiénes cercenan desde hace décadas la libertad de expresión? ¿Qué es lo que pretenden hacernos creer? Esta vez, al menos esta vez, no nos dejemos manipular.

    Foto: La multitudinaria marcha del pueblo venezolano, que en abril de 2002 obligó a los golpistas a restituir a Chávez en el gobierno. Esta marcha fue omitida por RCTV, que optó por transmitir dibujos animados. (Perdón Cani, te robé la foto de tu blog).

    PEDIDO A LOS LECTORES: Sé que este post es muy largo. Les solicito que si tienen la intención de comentar, lo lean completo. Hago este pedido inusual, ya que sobre este tema todos tenemos una opinión previa, y sería muy difícil intercambiar puntos de vista si no nos despojamos de preconceptos. Desde ya, muchas gracias.
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