28.2.07

Me voy de viaje pero les dejo una entrevista imperdible

Luego de este post, no escribiré por tres semanas, ya que nos vamos de viaje. Mariana y yo estaremos en Bolivia, recorriendo ese país.
Al regresar, les cuento mis impresiones.
Debido a lo atareado que estoy preparando el viaje, me es imposible escribir un post. Pero tengo algo mucho mejor: les transcribo una entrevista que publicó el diario argentino Página/12 al escritor e historiador estadounidense Gore Vidal, acérrimo crítico del gobierno de Bush.
Les aseguro que vale la pena. No tiene desperdicio. Si el texto resulta demasiado largo como para leerlo en una pantalla, imprímanlo, y léanlo con tiempo. No se arrepentirán.
Un abrazo a todos y hasta la vuelta.

Gore Vidal: “Nos convertimos en una república bananera”

–Usted culpa a Harry Truman de convertir a Estados Unidos en el país totalitario que es hoy, opinión que no parecen compartir muchos estadounidenses. George W. Bush acaba de decir, por ejemplo, que el hombre que lanzó las bombas sobre Hiroshima y Nagasaki fue un buen presidente.

–Recuerde algo: la mayoría de los estadounidenses no tiene información sobre historia, geografía, religión y lo que pasa en el mundo. Roosevelt hizo todos los arreglos para que pudiéramos arrancarles las colonias a Francia, Holanda y Portugal, después de la Segunda Guerra Mundial. Los estadounidenses todavía no se han enterado de esto. Lo que saben de Truman es que era un hombre pequeñito y bonachón, que tocaba el piano. Detrás de él estaba el secretario de Estado Dean Acheson, abogado internacional que sabía de todo. Fue él quien diseñó el Estado militarizado que surgió en 1949, con la CIA incluida. Todo giró en torno de un documento: el Memorando número 68 de 1950, del Consejo de Seguridad Nacional, que se mantuvo secreto hasta 1975 y resolvía estar perennemente en guerra contra alguien. Lucharíamos contra el comunismo, aunque éste no nos amenazara. Establecía de facto una guerra santa, como la que ahora tenemos contra el terrorismo y el Islam, igual de estúpida e igual de irrelevante. Truman era tan malo que lo convirtieron en ídolo. Todos los ignorantes admiran a Harry Truman y no saben por qué. El terminó con la república y nos colocó en esta ola de conquista. Truman gritaba a la gente que la Unión Soviética estaba avanzando. Que estaban a punto de tomar Grecia, y que inmediatamente después iban a Italia, a Francia, y luego cruzarían el Atlántico. Escuchamos los ecos de Truman en este pequeño hombrecito de ahora, el señor Bush, quien dice (imitándolo): “Tenemos que luchar contra ellos allá, o de lo contrario tendremos que combatirlos aquí”. Y tales enemigos no tienen manera de llegar a Estados Unidos para empezar una guerra. Pero ningún estadounidense puede poner en duda semejante delirio sin que le cuelguen la etiqueta de antipatriota o de tonto.

–El atentado terrorista ocurrido en Oklahoma en 1995 se explica según leyes de la física: no hay acción sin reacción. Son sus palabras. Aludía al odio que ha sembrado Estados Unidos en el mundo y en su propio país. ¿Era una profecía?

–Hasta un niño de cinco años podría darse cuenta de que la solución al problema de los atentados terroristas es simplemente policial, porque nos ataca una mafia. No puedes tener una guerra sin un país contrincante. Trate de explicar esto a los estadounidenses; ni siquiera saben lo que es un país. Han logrado que 80 % de ellos todavía no se haya enterado de que Saddam Hussein no era precisamente el mejor amigo de Osama bin Laden. Creen que funcionaban como una misma persona y que ambos nos atacaron el 11 de septiembre. Todo es una gran bobería. No había conexión alguna entre Saddam y Bin Laden, pero Bush quería completar el trabajo de su padre y mostrar que él era el más audaz de los dos. Quería ser recordado como el “Bush de Bagdad”, algo así como un Lawrence de Arabia.

–Una encuesta de CBS reportaba que el 75 % de estadounidenses desaprueban la gestión del gobierno en Irak, mientras bajaba a niveles históricos el índice de aceptación del presidente. ¿Será Bush el mandatario más odiado en la historia de Estados Unidos?

–Si el pueblo estadounidense hubiera tenido una verdadera prensa libre y unos medios de comunicación alertas, este hombre jamás habría sido electo. Es un ser incompetente. Ya tuvimos muchos presidentes bobos, pero Bush ni siquiera sabe leer bien. Al menos en esto es representativo. Lo escuchas hablar por 10 minutos y es claro que no sabe lo que está diciendo. Está desesperado, tratando de seguir las líneas del teleprompter. Sin alguno de sus consejeros al lado no puede responder preguntas. Desde que Woodrow Wilson dejó la Oficina Oval en 1921, ningún presidente ha escrito sus discursos. El presidente lee lo que otros escriben. A veces está de acuerdo, otras no. Eisenhower leía sus discursos haciendo todo un descubrimiento. Durante su primera campaña electoral, el país se quedó asombrado cuando él, a mitad del discurso, dijo: “y si resulto elegido, iré a... ¡¿Corea?!” Estaba furioso. Nadie le había comentado nada antes de aquella promesa. Pero de todas formas fue a Corea. Si tuviéramos una prensa interesada en la república y no en las ganancias, la historia habría sido diferente. Hay alguna esperanza. Después de todo, Al Gore ganó la elección en 2000 por el voto popular con 600 mil votos más que Bush. La intervención de la Corte Suprema y el truco en el conteo de los votos falsificaron el resultado de las elecciones. Nos convertimos del día a la noche en una república bananera, sin bananas que vender. Ese es nuestro mayor problema ahora.

–Recientemente, el presidente Fidel Castro afirmó que el gobierno de Bush ha conducido a su país a un desastre de tal magnitud que, casi con seguridad, el propio pueblo de Estados Unidos no le permitirá concluir su mandato presidencial. ¿Usted lo cree?

–No me extrañaría. La administración Bush es tan extremista y hay gente ahí con la mente tan vacía, que sería capaz de comenzar a bombardear Rusia, Irán..., simplemente para desviar la atención de la otra guerra y para que el gobierno no se desmorone antes de tiempo. Hasta uno sabe lo que gritarían (imita a Bush): “Los verdaderos patriotas ayudan y apoyan al comandante en jefe en tiempo de guerra”. Esa es su rúbrica, aunque nada tenga sentido y sea una gran estupidez. Ellos son expertos en fabricar los pretextos para crear pánico. Dos días después del 11 de septiembre, alguien en el gobierno dijo: “el problema no es si atacarán de nuevo, sino cuándo”. Ahí fue donde comenzó toda esa tontería. Cuando les recordamos que han pasado ya cinco años y no nos atacan, responden: “¡es por las precauciones que hemos tomado en los aeropuertos!” Y dicen (Gore Vidal finge una expresión y voz de terror): “tampoco a nosotros nos gustan esas precauciones, porque tenemos que quitarnos los zapatos en el aeropuerto. ¡Pero son esas medidas las que nos han salvado de los ataques!” Bueno, si es así, pruébelo. “¡Es que no lo podemos probar sin revelar nuestras fuentes secretas!”, responden. Es un círculo vicioso.

–¿Qué es necesario para restaurar la república?

Limitar el poder de las corporaciones. Antiguamente, el 50 % de los ingresos de Estados Unidos venían de los impuestos a las ganancias corporativas. Ahora pagan menos de 8 %. Han liberado a todos sus amigos ricos de pagar impuestos para que hagan donaciones al Partido Republicano, con el compromiso de que éste seguirá diciendo mentiras al país y certifique que los patriotas son traidores. Ha sido un magnífico truco desde el punto de vista económico para ellos, pero un malísimo plan para nosotros los estadounidenses. Y no nos gusta. Perdimos el Bill of Rights (Carta de los Derechos fundamentales) y la Carta Magna, en la cual se sustentaron todas nuestras libertades por más de 200 años. No se puede ser una república y un imperio al mismo tiempo, y desde hace mucho tiempo Estados Unidos es un imperio rapaz.

–¿Está al tanto del caso de los cinco cubanos presos en Estados Unidos por informar al gobierno de la isla de planes terroristas en el sur de la Florida?

–Conozco el caso por conducto de los abogados, pero no por lo medios. Parece ser otra de las cosas idiotas que está haciendo nuestro gobierno. Tengo entendido que los presidentes Clinton y Castro intercambiaron mensajes para detener a los terroristas de Miami, que habían puesto bombas en hoteles y en oficinas que enviaban turistas a la isla. Los dos mandatarios estaban de acuerdo con que esta situación debía ser detenida. Clinton pidió al FBI que viniera a Cuba y Castro estuvo de acuerdo con eso. En vez de apresar a los terroristas, el FBI arrestó a los cubanos. Nos encanta encarcelar a la gente, tanto como nos gusta la pena de muerte. Es la estrella más brillante de nuestra diadema. Tenemos un país loco por la tortura, por el asesinato, por las ejecuciones, por las sentencias a cadena perpetua. Es una mentalidad perversa, que está en el trasfondo del puritanismo protestante. Todos tienen que sufrir si han pecado. Pero si uno es rico, Dios te ama. Esa es la prueba. Si uno es pobre, no le caes bien a Dios. Esa es la prueba. Semejante forma de pensar no es saludable para nadie, y en el estado de Florida hay muchas personas que piensan así, además de los que llegaron con Batista. La junta que los apresó y los condenó, lo hizo sabiendo muy bien las consecuencias. La junta de gas y petróleo Bush-Cheney no es tan estúpida como parece. Hace cosas malvadas, porque es así como mantiene todo bajo control. No creas que no aprendieron de las dictaduras del siglo XX. El caso de los cubanos apresados es una prueba más de que tenemos una crisis de derecho, una crisis política y una crisis constitucional.

–Oliver Stone ha sido sancionado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por violar el bloqueo contra Cuba. Su delito es haber viajado a la isla para realizar sus dos documentales sobre Fidel. ¿Son constitucionales ese tipo de medidas?

–Por supuesto que no. Es una violación. Pero el 11 de septiembre hubo un golpe de Estado en Estados Unidos, el primero en nuestra historia. Un golpe en el cual un grupo de gente deshonesta, de una junta petrolera, usurpó el poder del Estado y derribó al Congreso. Es un hecho único y los detalles conformarán algún día una gran historia. Esto es algo que el pueblo no acaba de comprender, porque los estadounidenses tienen una mentalidad muy simple: lo que no conocen o no han visto previamente, no existe. Bueno, lo viven ahora in situ, pero lo descubrirán algún día como arqueólogos y no será nada agradable. Las sanciones contra los estadounidenses que quieren una relación normal con Cuba son hijas de esas circunstancias. Pero Oliver Stone y cualquier otro ciudadano estadounidense tienen todo el derecho de hacer cualquier película que quieran en cualquier circunstancia, mientras no haya violado ninguna ley. Es su derecho constitucional. El no ha violado la ley. Lo que ocurre es que a la junta no le gusta lo que él hace.

–¿Teme que pueda haber alguna represalia contra usted?

–Suelo estar preparado para que no guste nada de lo que haga, diga o escriba sobre este gobierno.

–Estuvo algunas semanas en La Habana. ¿Es Cuba la isla satánica que la prensa y los políticos muestran a los estadounidenses?

–¿Estás loca? ¡No! Nos dicen siempre que los cubanos detestan estar allí. Que todos se mueren de hambre. Sacan esos cuentos que dicen que los hospitales son terribles y que nadie acude a ellos. Que los cubanos que se enferman van a la clínica Mayo, en Estados Unidos. No hay mentira que nuestro gobierno no nos cuente cuando habla de Cuba. En Estados Unidos la mentira es la lengua franca de la nación. ¿Sabes por qué voy a la televisión? Porque siento que habrá alguien que me vea y me escuche, y al que le puedo hablar de lo que he visto, sin intermediarios tendenciosos. Puedo hablarles, por ejemplo, de los maravillosos planes médicos de Cuba. Visité una escuela de medicina, que se dedica a preparar médicos de muchos países para que brinden servicios comunitarios a los pobres, algo que el sistema estadounidense odia. La medicina en Estados Unidos se aprende para agarrar todo el dinero que puedas y fugarte a Tahití o a otro lugar de vacaciones, y olvidarte de la gente que sufre. Estuve conversando con ocho o nueve originarios de Nueva York y Massachusetts que estudian medicina en Cuba. Les pregunté si la preparación que recibían era tan buena como me habían dicho, y me respondieron que sí, que es mejor que cualquiera que pudieran obtener en Estados Unidos. ¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo por nuestra gente y por la salud de otros pueblos? Los médicos cubanos están en los lugares más olvidados, desde África hasta la jungla amazónica. Solamente si restauramos la Constitución podríamos tener un país con aspiraciones y éxitos como los de Cuba. No crea que no siento envidia como estadounidense de lo que he visto en Cuba. Yo soy un gran patriota y tengo envidia.

21.2.07

¿Una verdad incómoda o la incomodidad de la verdad?

“Estados Unidos es el causante del 36,1 % de los gases contaminantes que provocan el calentamiento global”.
Documentos del Protocolo de Kyoto.

“El Protocolo de Kyoto atenta contra los intereses nacionales y económicos de Estados Unidos”.
George W. Bush

En muchos países se está presentando en las salas de cine el documental “Una verdad incómoda”, realizado por Al Gore, ex vicepresidente de los Estados Unidos durante el mandato de Bill Clinton.
Al Gore se presenta en la película como un enviado de la naturaleza, de origen norteamericano pero que también se dirige a los no norteamericanos (el producto debe venderse en el mundo entero).
El nuevo profeta, siguiendo la metodología bíblica de las siete plagas de Egipto, nos anuncia la octava plaga del calentamiento global que arrasará de nuevo el planeta.
En su película, podemos ver cómo va a sufrir la Naturaleza, “la obra de Dios”, con mayor precisión y crudeza, que los propios habitantes del planeta: Al referirse a los efectos del cambio climático en África, nos muestra un pobre mapa con el lago Chad, sin imagen alguna de sufrimiento de sus habitantes. La única imagen que ofrece para mostrarnos su angustia y sufrimiento es la de un oso polar que nada hasta 100 km. y muere, para encontrar hielo. Quizás su reciente visita a España le sirva para cambiar el oso por los africanos que, en mucho mayor número, mueren al intentar cruzar el estrecho de Gibraltar, para encontrar una vida mejor. Ya sabrá él, o sus asesores audiovisuales, que los africanos no son blancos como el oso.
Sin embargo, en la película no podemos ver las causas que han provocado la ruina económica y social de ese gigantesco continente que contiene una gran parte de los recursos naturales del planeta y que, quizás por ello se encuentre en la actual situación de ruina.
Tampoco nos explica el señor Gore cuál es la causa verdadera de la situación en el mundo sobre el agotamiento de los recursos, la contaminación ambiental y la desigualdad actual económica y social. El señor Gore no nos habla en sus soluciones de reducción alguna del consumo de recursos naturales, energéticos o no.
No le preocupa el sufrimiento actual de las personas por la destrucción de sus territorios, los desplazamientos y las muertes como consecuencia de la depredación de los recursos, pero sí se muestra compungido al pensar en su granja, en la que pasó su idílica infancia. No sabe en que quedará tras el calentamiento global. El consumismo es intocable, como alma y motor de nuestra actual civilización que transforma recursos naturales en residuos en la proporción del 93 %. Sólo el 7 % de los recursos naturales que utilizamos son transformados en bienes útiles para nuestro exagerado consumo.
Al Gore, en definitiva, pretende asustarnos (el miedo es el instrumento más sutil y útil del poder), responsabilizarnos a todos, pero sin mostrarnos gráfico ni tabla alguna de la responsabilidad que corresponde a cada uno. (Estados Unidos es el principal contaminante del planeta: sólo desde ese país se emite el 36,1 % de los gases contaminantes de todo el mundo, según se expresa en los documentos del Protocolo de Kioto).
Al Gore (foto) no exige responsabilidades a los conocidos causantes de la situación actual y futura, cuyo enriquecimiento material es aún mayor que el aumento del desastre ambiental que han producido (sólo la petrolera Exxon-Mobil, ha obtenido en 2006, 30.361 millones de dólares como beneficio, el mayor obtenido por una empresa en la historia del capitalismo), pero si exige que aceptemos esta situación como el pecado de toda la humanidad y que trabajemos todos juntos en el futuro para evitar el peligro que nos acecha.
Tampoco nos indica cuántos gases contaminantes se emitieron a la atmósfera como consecuencia de la fabricación, pruebas, transporte y utilización del desproporcionado ejército de su país. O del emitido en las sucesivas guerras por el control del petróleo (bombardeos, voladuras de pozos de petróleo y refinerías, roturas de oleoductos y gasoductos).
Como conclusión, la propaganda de Al Gore no ofrece nada nuevo y riguroso. Para cobrar los beneficios del desastre y los que se derivan de su divulgación, incluido él mismo, existen nombres y apellidos. Para pagar los daños ambientales, debemos estar todos juntos y hermanados y al que le toque más concretamente, preguntarle a Dios: “por qué a nosotros y aquí”.
En síntesis, el documental tiene como principal objetivo alejar a los espectadores de la realidad: Que el capitalismo y la sociedad de consumo son absolutamente inviables en función de los recursos energéticos disponibles. Y que la única posibilidad de supervivencia del sistema es impedir el acceso a los “beneficios” del consumo a la inmensa mayoría de la población mundial en beneficio de una cada vez más reducida elite, que a la vez se apropia de los recursos energéticos de todo el planeta a base de fuerza militar, desplegada sobre la coartada de mentiras globalizadas y amenazas difusas de “terroristas misteriosos”.
El fascismo siempre ha sido el último recurso del sistema para perpetuarse. He aquí con nosotros, una vez más, el fascismo, esta vez bajo la forma de barras y estrellas. Y Al Gore es uno de sus astutos propagandistas.

14.2.07

Los medios de desinformación masiva

Habitualmente dedico dos o tres horas diarias a la lectura de los diarios de casi todos los países de América y Europa. Lo hago mediante Internet y porque es necesario para mi trabajo. En esta “ardua” tarea, siempre me llamaron la atención las manipulaciones, tergiversaciones y mentiras flagrantes de los medios de comunicación, generalmente en favor de los intereses de los poderes dominantes.
Ante esto, decidí hacer este post: Una selección de las más insólitas falsificaciones de la realidad llevadas a cabo por medios de diversos países. La selección corresponde al mes de enero de 2007. Si les gusta, prometo hacerlo mensualmente. Ahí va:

Comprar la Luna

En El País de España del 6 de enero nos enteramos que una compañía israelí está vendiendo terrenos en la Luna. Eso es posible porque “en los años ‘70 el estadounidense Dennos Hope registró a su nombre el satélite y todos los planetas del sistema solar”. ¿Y si ahora llegaran aquí unos extraterrestres y dijeran que ellos registraron diez años antes la Tierra en su planeta y que ahora nos tenemos que ir porque todo es suyo?

Holocausto

El 27 de enero diversos medios informan que la ONU adoptó hoy una resolución condenando las negaciones del Holocausto. Y al día siguiente, leo en La República, de Italia: “Diez miembros de las SS condenados por un tribunal italiano por la matanza de 770 civiles siguen en libertad en Alemania”, Al final será delito negar el holocausto pero no haberlo realizado.

Sandinista contra el mundo

El Mundo, de España, el 9 de enero, titula: “Ex líder sandinista reconciliado con el mundo”. Ni el sandinismo ni su líder Daniel Ortega han tenido nunca problema de conciliación con el mundo, lo tuvieron con Estados Unidos, quien les declaró una guerra, financió grupos paramilitares contra Nicaragua e incluso el gobierno de Reagan fue condenado por las Naciones Unidas por violar la legislación internacional.

Bombardear a Al-Qaeda

El 9 de enero, luego de que Estados Unidos bombardeó Somalia, la mayoría de los medios recogieron las declaraciones del nuevo presidente títere de Somalia afirmando que “Estados Unidos tiene derecho a luchar contra Al Qaeda”. Supongo que también cualquier país podrá bombardear Estados Unidos si cree que hay miembros de Al Qaeda –o de cualquier otro grupo terrorista- allí.

Evo enfrenta protestas

CNN, el 10 de enero, titula: “El presidente boliviano Evo Morales se enfrenta a protestas de campesinos”, y aparecen imágenes de disturbios. Posteriormente, cuando se desarrolla la noticia vemos que los campesinos son partidarios de Morales y contra quien protestan es contra un gobernador opositor que quiere proclamar su independencia frente al gobierno central.

Deriva hacia la dictadura

La nueva etapa iniciada por Chávez tras su victoria electoral es tema del editorial de El País de España, del 6 de enero. Analiza las intenciones del presidente venezolano de “unificar los distintos partidos chavistas” y la “reforma constitucional que permita la reelección presidencial indefinida”. Frente a esto, termina el editorial afirmando que “más que nunca, Venezuela necesita una oposición activa y libre para atajar democráticamente toda deriva hacia la dictadura”. No sé donde ve la deriva dictatorial, esas dos medidas –un candidato presidencial propuesto por un único partido y reelección indefinida- están vigentes en España y en la mayoría de los países del mundo.

Exterminio paramilitar

El Tiempo, de Colombia, publica el 2 de enero una información titulada “Los paramilitares colombianos denuncian su exterminio”. En el texto descubrimos que han asesinado a cuatro de estos hombres de extrema derecha tras haberse desmovilizado, según dicen, 31.000 combatientes. Si eso es exterminio, habría que pensar qué es el asesinato de 3.000 campesinos a manos de estos paramilitares. Los verdugos ahora se hacen pasar por víctimas.

Controlar los medios

En un artículo de opinión de El País, de España, del 20 de enero, el escritor chileno Jorge Edwards, afirma que “para conseguir su reelección indefinida, Chávez tiene la necesidad absoluta de controlar los medios de prensa. De este modo, la reelección pasará a ser un rito periódico, una simple formalidad”. Esto es muy interesante porque supone reconocer que quien controla los medios consigue el poder. ¿Entonces para qué votamos?

Contra un dedo

Una foto del 7 de enero en el ABC de España muestra un careo entre un agente antidisturbios con casco, botas, escudo y garrote en la mano, frente a un manifestante que le señala con el dedo índice. El pie de foto reza: “La policía tuvo que usar material antidisturbio ante la actitud amenazante de los congregados”. Y es que un dedo asusta a cualquiera.

7.2.07

Estados Unidos del Terrorismo

“Estados Unidos no pretende ser parte de un sistema internacional. Estados Unidos es el sistema internacional”.
Henry Kissinger, funcionario de distintos gobiernos estadounidenses y promotor de la mayoría de los golpes de Estado en Latinoamérica.















Ecuador quedó conmovido con el “accidente made in CIA” que terminó con la vida de la Ministra de Defensa de ese país, Guadalupe Larriva, de su hija de 17 años, y de algunos militares que la acompañaban.
Sin embargo, esta no ha sido la primera ni la última vez que el país que se autoproclama “campeón de la democracia” comete actos terroristas (¿cabe alguna otra palabra?) contra aquellos pueblos que se atreven a cuestionar su hegemonía, construida a base de rapiñas, guerras, asesinatos, falsificación ideológica y mediática, etc.
Como sería imposible una enumeración completa, me voy a referir sólo a algunos países de Latinoamérica, y nombrando algunos hechos a modo de ejemplo. No incluyo a Cuba, porque merecería un libro de varios tomos, más que un post. Veamos:

Argentina: En 1976, Estados Unidos contribuyó a financiar el golpe militar que ocasionó la dictadura más sangrienta de la historia del país, que asesinó a 30.000 personas. Hay versiones que indican que la CIA y el Mossad israelí habrían estado implicadas en el atentado contra la Mutual de la comunidad judía en Buenos Aires (la AMIA) en 1994, que causó casi un centenar de muertos. Por estos días, se lo intenta culpar a Irán de aquel hecho, y se han destruido las pruebas fílmicas en las que se ven a agentes de inteligencia destruyendo pruebas, cinco minutos después de la explosión. La versión indica que el atentado fue una especie de “ensayo general” para lo que luego sería el 11-S.

Bolivia: Este es uno de los países más sometidos históricamente al poder estadounidense. Incluso los partidos políticos durante mucho tiempo debían someter las listas electorales a la aprobación de la embajada de Estados Unidos. La CIA estuvo detrás de la dictadura de Hugo Bánzer y de todos los gobiernos “democráticos” que llevaron a ese país a ser el más pobre de Sudamérica. Actualmente, el embajador de Estados Unidos en Bolivia, Philip Goldberg, promueve la división del país, alentando conflictos étnicos. Tiene antecedentes al respecto: fue embajador en la ex Yugoslavia, durante el conflicto entre croatas, serbios y bosnios, donde tuvo decisiva participación en el genocidio étnico allí perpetrado.

Colombia: En 1948, Estados Unidos estuvo detrás del asesinato del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán. A partir de ese hecho, se desató el conflicto armado que desangra el país hasta la actualidad. Luego, financió a gobiernos corruptos y a grupos paramilitares para asegurarse la provisión de cocaína al mercado estadounidense, con la excusa de combatir a la guerrilla. Desde 1998, el Plan Colombia reforzó esta política. El colmo es el actual presidente Uribe, quien figuraba en los archivos de la DEA (el organismo antidrogas de USA) entre los 100 narcotraficantes más importantes de Colombia en la década del ’80, y ahora gobierna al servicio de los intereses imperiales.

Chile: Estados Unidos fue clave en el golpe militar que derrocó al presidente Salvador Allende en 1973 y catapultó al poder al sanguinario dictador Augusto Pinochet, recientemente fallecido. También hubo miles de muertos y desaparecidos. La dictadura puso en práctica un modelo económico que convirtió a Chile en el país más desigual del continente, modelo que aún hoy continúa vigente.

Ecuador: En 1981 la CIA asesinó al Presidente del país, Jaime Roldós, quien se oponía a que las multinacionales estadounidenses saqueen las reservas de petróleo ecuatorianas. En el año 2000, Estados Unidos estuvo detrás del golpe económico que acabó con la moneda local, el sucre, que permitió la dolarización del país. Desde 1999, Estados Unidos opera la Base Militar de la ciudad de Manta, buscando involucrar a Ecuador en el conflicto interno colombiano.

Guatemala: En 1954, la CIA derrocó a Jacobo Arbenz, presidente del país, quien había tomado medidas que perjudicaban a la empresa United Fruit Company, vinculada a la familia Bush. Se instauró una dictadura sanguinaria que provocó el asesinato de 250.000 personas, la inmensa mayoría campesinos pobres que simpatizaban con el gobierno de Arbenz.

México: Durante el siglo XIX, Estados Unidos le arrebató a México gran parte de su territorio (casi todo el actual sur estadounidense era mexicano). En el colmo de la hipocresía, actualmente pretende construir un muro en un territorio que es legítimamente mexicano a ambas partes del muro. El NAFTA (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) es una catástrofe para México, que perdió su soberanía alimentaria y se ha convertido en una fábrica de expulsar población, que emigra desesperadamente hacia Estados Unidos. Hace algunos meses, el grupo de ultraderecha El Yunque, vinculado al actual presidente Calderón, se contactó con el ala más conservadora del Partido Republicano de Estados Unidos, con la intención de perpetrar el fraude electoral que despojó a López Obrador de la presidencia.

Nicaragua: Estados Unidos hizo todo lo que estuvo a su alcance para derrocar al gobierno sandinista, que llegó al poder en 1979. Financió un ejército mercenario (los contras), bombardeó puertos, asesinó campesinos, bloqueó económicamente al país, etc. Estados Unidos provocó daños por 17.000 millones de dólares y 38.000 muertos.

Panamá: La existencia del itsmo fue la maldición para ese país. La independencia de Panamá (que pertenecía a Colombia) fue decretada en Estados Unidos, que tenía la intención de apoderarse de la zona del itsmo, y para ello necesitaba un Estado nuevo y débil. En 1981, la CIA asesinó al presidente Omar Torrijos, quien pugnaba porque Panamá recuperara la posesión y el usufructo del Canal.

Venezuela: Desde la asunción de Chávez, Estados Unidos ha hecho lo posible y lo imposible por derrocarlo o asesinarlo, incluyendo un golpe de Estado en 2002. Distintos organismos gubernamentales estadounidenses financian grupos de extrema derecha venezolanos que provocan todo tipo de actos ilegales para destruir la revolución bolivariana. Han fallado siempre.
No es la intención del post demonizar al pueblo estadounidense. La población de ese país ha sido también víctima de los gángsteres imperiales (el mejor ejemplo es el “autoatentado” del 11-S).
Sí es la intención de este post tomar conciencia de que la plutocracia que gobierna Estados Unidos desde siempre, no tendrá escrúpulos para detener toda acción que perjudique sus intereses, que casi siempre, son contrarios a los de nuestros países.
Y lo más importante, que cada vez es más urgente unirnos. La integración latinoamericana no es ya un deseo. Es una necesidad, para que no haya otras Guadalupe Larriva que lamentar.

En la foto superior, Guadalupe Larriva.
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