22.8.06

¿Cómo? ¿No tenés celular?

Cada vez que alguien se entera de que carezco de teléfono celular, inmediatamente surge la incredulidad de parte mi interlocutor, que se asombra como si hubiera visto a Bush leyendo "El lobo estepario".
En estos tiempos, la gente cree que tiene que estar permanentemente comunicado, y eso lo asocia directamente a la posesión de un teléfono celular.
No comparto esa opinión.
Generalmente, y quizás como una exageración, digo que el celular y las corbatas son los peores inventos del género humano. Obviamente que los hay peores, pero vale la figura.
Es común ver en un bus o en el horario de almuerzo en el centro de Buenos Aires, a una turba de personajes oprimir diminutos botoncitos de esos siniestros aparatejos con rictus de posesos.
Ningún ser en sus cabales tiene necesidad de comunicarse todo el tiempo con personas que no comparten su espacio físico. Paradójicamente, esa obsesión va acompañada de un aislamiento de las personas que tienen a su vista. Es decir, el incremento de las comunicaciones remotas es directamente proporcional a la disminución de la comunicación "face to face".
Esto provoca que cada persona se comunique con un círculo cerrado de gente, limitando la posibilidad de conocer a otras personas. Casi como una paradoja, un elemento que supuestamente favorece la comunicación, termina dificultándola.
Asimismo, ¿Cuántos libros se dejan de leer por el tiempo invertido en mensajes de texto generalmente carentes de sentido? ¿No es más útil leer en un bus que mandar una carita de contento a un amigo por mensaje de texto?
Hace un tiempo, un semiólogo llamado Marshall Mac Luhan dijo que "el medio es el mensaje".
En su momento, no muchos entendieron el significado de la frase. Hoy, con el boom de la telefonía móvil la frase cobra sustento, ya que la mayoría de las veces, el contenido del mensaje de texto no tiene mayor importancia. Lo verdaderamente "importante" es el mensaje en sí.
La gente quiere recibir mensajes, y se alegra por ello, pero le da lo mismo lo que se expresa.
Por otra parte, el teléfono celular interrumpe las relaciones humanas de manera sistemática.
Algunos años atrás, si dos personas conversaban, por ejemplo en un bar, podían hacerlo hasta que quisieran. Hoy en día, la charla es permanentemente interrumpida por llamados o mensajes de texto.
Si una persona se acerca a otras dos que conversan, e interrumpe la conversación para hablar ella, con toda razón sería tildada de maleducada. Sin embargo, el teléfono celular sí puede hacerlo con total impunidad, y lo peor, está socialmente aceptado que así sea.
A mi no me gustan los teléfonos celulares. Me parecen una cárcel virtual. Y mientras pueda, continuaré resistiendo, aunque cada vez esté más solo en el intento.

9 Comments:

Blogger Lycette Scott said...

Bueno yo estoy acostumbrada al celular, desde hace años tengo uno pq mi mamá adora la idea de poderme ubicar 24/7 pero la verdad que si no tuviera uno, creo que no me haria mayor falta.

23/8/06 00:41  
Blogger danieLa® said...

Es increíble como el celular se ha vuelto un elemento indispensable para muchas personas. El mío no es para nada moderno, pero mientras sirva para hablar no pretendo cambiarlo por uno con cámara y ni otras cosas adicionales.
Acá en Chile el mercado está súper saturado, calculaban un promedio de dos celulares por persona. De hecho por estos días tuvieron que modificar la forma de llamar desde teléfono fijo a móvil, agregándole más digitos porque ya se acabaron los números disponibles.
No es un récord para sentirse muy contentos.
Un abrazo y gracias por el saludo de cumple!!.

23/8/06 17:35  
Anonymous Anónimo said...

Sin duda hoy en dia el celular es más que un lujo una necesidad, un día se me quedó el celular en la casa y al llegar a la oficina me dí cuenta, no me hizo mucha falta y pude sobrevivir sin celular un dia entero, al fin y al cabo tenía línea convencional disponible, internet, msn y otros inventos de la última tecnología...:)
Muy buen blog, te estaré visitando

23/8/06 19:51  
Blogger Fran said...

acababa de escribir un post largo y lindo que, debido a mi impericia, borré irremediablemente... en fin, de nuevo...

decía que concuerdo con quien escribió más arriba, que el celular más que un lujo es una necesidad... y que eso no pasa solamente con ese aparato, sino con todos los productos que ofrece la tecnología y la vida moderna... en el fondo, se vuelven una necesidad porque hacen que te acostumbres a ellos, hacen que sea necesario tenerlos, que no es sino la necesidad de consumirlos...

al final es un gran círculo vicioso: te muestran las ventajas potenciales y cómo mejoraría tu vida si tuvieras ese aparato, y aunque no sea algo estrictamente necesario en el sentido de la supervivencia, la publicidad hace que deseemos tenerlas... nos hacen sentir que si las tuviésemos nuestra vida sería, en el fondo, más feliz... y eso genera que, una vez consumidos, nos acostumbremos a ellos, y como la vida moderna tiene memoria a corto plazo, rápidamente olvidamos cómo era nuestra vida sin ese lujo extra... la medida en que aumenta la comodidad de nuestra vida es inversamente proporcional a la capacidad que tenemos de sobrevivir por sí solos: nos volvemos más inútiles, más estúpidos, menos capaces de solucionar conflictos con las cosas... si un día se corta la electricidad en la casa es el horror mismo, nadie sabe qué hacer... no es diversión sentarte a leer un libro, o si lo es te quejas que no quieres leerlo afuera porque te molesta el sol, y adentro se ve mal, o sino que preferirías estar viendo televisión o escuchando música...

y así, tantas cosas en la vida... todo, todo pasa a ser objeto de consumo... objetos de consumo que, claro, aumentan nuestro bienestar, pero también nos mantienen en el nivel de alienación necesario para el sistema... pa qué estamos con weás, si el mundo funciona así... y es re paradójico que yo lo esté diciendo, porque por más que alegue en contra de eso es como imposible salirte de ese "círculo vicioso"...

yo tampoco ocupo mucho el celular, de hecho practicamente nada... me es más útil para ver la hora, ya que tampoco uso reloj...

no se trata de ser una hippie del siglo XXI tampoco, pero de repente hace bien resistirse a algunas cosas... o no sentirse tentado por ciertas cosas que nos hacen aparecer como necesarias...

a mí me gustaría vivir sin hora ni calendario... la utopía máxima... es como nadar contra la corriente en el fondo...

ahora, me retiro...

gracias por pasar por mi blog

saludos,

Francisca

24/8/06 02:16  
Anonymous Anónimo said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

24/8/06 21:10  
Blogger 35345 said...

Hola, llegue por tu comentario en el blog de bruz y acabo de leer este post. Esta muy interesante.
Yo hasta hace 6 meses sostenia la misma postura que vos pero hasta el punto de que cuando conocia a alguien decidia si habia chances de conversar de algo interesante, o no, dependiendo de si tenia el celular encendido mientras compartia ese momento inicial de la conversación conmigo.
Yo soy periodista y finalmente debi comprarlo porque lo tenian todos mis compañeros y la necesidad esta creada pero una vez que se generaliza ya es una necesidad más. Y más en nuestra profesión si por ejemplo tenes que hablar con muchos managers y organizar entrevistas.
Yo creo que en realidad se trata de un problema de educación, yo siempre lo tengo en silencioso para no molestar a nadie y cuando me llaman y estoy por ejemplo en el colectivo generalmente corto y cuando bajo llamó y si es muy importante le digo que estoy en el colectivo y que cuando baje llamo (quizá suene psicotico) pero yo lo sufria antes al celular asi que ahora trato de que nadie me sufra a mi y con el cigarrillo pasa lo mismo mi viejo cuando yo era pibe fumaba delante de mi (por ignorante obviamente) y yo soy asmatico y hasta hace poco fumaba pero jamas lo hacia adelante de chicos y si aparecia alguno lo apagaba rapidamente. El celular no aisla a nadie me parece, me parece que ya estabamos solos antes y que en realidad es un problema de soberbia eso de hablar a los gritos en el colectivo y también un problema de que a nadie le importa respetar el espacio del otro). Yo leo igual que antes de tener el celular, el problema no son los instrumentos, el problema son los que lo usan. Por supuesto es mi opinión , la opinión de un vendido...jajaja
Saludos
Ah y si totalmente el medio es el mensaje pero sabes que como tambien se dijo despues ( vos debes saber si sos periodista) el medio es el mensaje pero tambien el medio es el masaje, el masaje del ego.

24/8/06 22:48  
Blogger Andrea Podesta said...

DE verdad es una paradoja tantos aparatitos para comunicarnos y menos comunicados estamos, es que con tanta tecnología perdimos la escencia. o la perdimos antes y apareció la tecnología y nos vino como anillo al dedo.
La cosa es que no soy una de las que te acompañan, lo era hasta que me quede varada toda una noche donde no habia un puto telefono y me decidí.
No hace falta irte al extremo un telefono te puede ser util, no digo que vivas para el telefono, eres tu el que tiene que estar al mando!
Probá y contame!
besos. te encontre entre la locura de la revolución en el blog de la negra y como coincidimos, jajajaja pasé por aca.
Una persona bien informada es aquella que tiene exactamente los mismos puntos de vista que yo jajajajajaj!!!

25/8/06 10:05  
Anonymous Anónimo said...

Sentimientos encontrados con respecto a este tema son los que surgen en mí al momento de emitir una opinión sobre este polémico artefacto llamado celular. Yo pasé por varias etapas. Desde amarlo hasta odiarlo. Desde no usarlo durante meses y tenerlo abandonado en un cajón hasta no poder salir a comprar al kiosco sin llevarlo conmigo.
Necesidad?...puede ser.. Pero también una alta dosis de adicción creada por la publicidad. Ellos, los creativos, nos pueden hacer creer que es imposible la vida sin estos pequeños aparatitos. Y lamentablemente lo logran. Logran que consumamos su producto, que lo cambiemos cada vez que sale un modelo nuevo, con nuevas funciones y que se haga imposible imaginar la vida sin tener uno.
Al principio mi papá me lo dió cuando él se compro uno nuevo y cuando realmente era una novedad, cuando nadie tenía, el me dió uno. De alguna forma porque la nena ya estaba creciendo y el quería saber donde estaba su hija. Cuando este aparatito quedó obsoleto no volví a tener uno hasta que casualidad o destino por llamarlo de alguna forma conseguí trabajo en una compañia de adivinen que???...TELEFONIA CELULAR y ahi si que me fue imposible no sumarme a la tecnología. Después no paré. Hoy me es imprescindible. Es mi agenda, mi calculadora, mi forma de estar en contacto con mis amigos a los que por ahi no tengo tiempo de pegarles un llamadito pero que me gusta saber como están.
También es mi conexión a internet cuando estoy en un medio de transporte y se me ocurre revisar el mail o chatear por MSN (ahora también tiene señal en el subte!!!). Por medio de él ahora puedo saber en qué día vivo, la hora en que me encuentro(antes me la pasaba preguntando porque no uso reloj) y también el clima y quizás jugar a algo.
Con respecto al uso en los lugares públicos estoy de acuerdo en que debería ser controlado ya que no se puede violar el derecho de un tercero con un ring tone a todo volúmen (deberíamos optar por la opción vibrar o silencio). No es grato para nadie tener que escuchar en un restaurant, un cine y mucho menos en un teatro miles de sonidos discordantes a destiempo interrumpiendo la vida cotidiana. Si todos lo harían, yo también me sumaría. En eso coincido con vos, Dani.
Ahora si hablamos del genio de Mc Luham, ya no hay duda de que "el medio es el mensaje". La excusa para estar comunicados aún cuando no sea imprescindible. Parte de la vida moderna no???
Besos
Mariann.-

25/8/06 18:55  
Blogger LaMujer said...

Yo no uso celular, me da tirria pensar si quiera en llevar uno. Muchas veces hasta me han obligado en el trabajo, pero me he resistido a ello, porque no me gustan las interrupciones, mucho menos virtuales. En medio de una conversación, que suene el celular de la otra persona es realmente incómodo y es más, a la gente le parece muy "normal" dejarse interrumpir de ese modo y lo peor es que hay algunos tan escandalosos.
Hace un tiempo saqué cita con el otorrino, esperé casi una hora a que me atendiera y cuando por fin pude entrar, el muy &%$·(/$ estaba hablando por celular, cuando comenzó a atenderme sonaba una y otra vez, hasta que no pudo resistir y plena consulta, sacó su celular... me paré y me fui!. (Era la hora de MI cita)

25/8/06 19:35  

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